ENTRADA DE CODORNIZ Y TÓRTOLA, Jose Luis Garrido, Presidente honorífico Federación de Caza de Castilla y León

//ENTRADA DE CODORNIZ Y TÓRTOLA, Jose Luis Garrido, Presidente honorífico Federación de Caza de Castilla y León

Meteorología esperanzadora en abril para acoger a las migratorias

Fotos- J. Manzano y Leonardo de la Fuente

En marzo llegaron al Estrecho las primeras oleadas de machos que eligen un trozo de campo español propicio, en el que cantan pidiendo matrimonio. Cualquier noche una nube de ‘novias’ dispuestas a multiplicarse cae del cielo y ese campo se llena de alegría y sexo.

La Codorniz común (Coturnix coturnix), también conocida como ’codorniz africana’, cada año en primavera pasa volando el Estrecho de Gibraltar, desde África a España, para criar en verano y vuelve en otoño para invernar en el Sahel. En la “Guía de Aves del Estrecho de Gibraltar” (1) está incluida entre las especies Estivales que son las que llegan Europa sólo a reproducirse, por lo que su presencia se centra en primavera y verano. Por salir del Sahel (Sur del Sahara) y volver allí a invernar, se la considera también como Migradora Transahariana.

Las codornices tienen una biología atávica que las ha ordenado desde tiempos inmemoriales venir a criar al continente europeo, porque presenta unas condiciones de temperatura, comida y hábitat –singularmente en el cereal que ella explota–, que son las ideales para venir a procrear y continuar con el ciclo natural de esta ave que sobrevive gracias a ese poder multiplicador, pues tiene una esperanza de vida media de solamente 11’2 meses. No llega al año. (2) La capacidad de crear especie de la codorniz es posible porque los años de condiciones favorables se reproduce dos veces en España (incluso tres en años muy especiales), y la mayoría de los estudiosos consideran que hace una tercera puesta y cría en África en los cuatro meses de invernada. Es una estratega perfecta de la r. Han cambiado las cosas, pues hace años que encuentran cultivos de regadío y cereal en Marruecos y muchas codornices de estas “serranillas” que nos visitan a los españoles, se quedan allí con las “criollas” marroquíes, que no emigran, o lo hacen muy poco.

LA CODORNIZ VIAJA 8.000 KM CADA AÑO. La codorniz es la única del orden de las Gallináceas que es migratoria y por ello le debemos agradecer el gran esfuerzo para venir a España y a Centroeuropa. El viaje de la codorniz requiere desplazarse unos 4.000 km en la venida y otros tantos en la vuelta, para las que se quedan en España y bastantes más miles de kilómetros para las que llegan a Centroeuropa. En enero empiezan los preparativos de salida en el Sahel y comienzan los movimientos ascendentes de codornices machos hacia el norte buscando los saltos desde la costa mediterránea de África a las costas Europeas. Los pasos migratorios se hacen desde Marruecos y Argelia hasta España, desde Túnez a Sicilia e Italia y desde Egipto (paso Mar Rojo) a Turquía y los Balcanes. La llegada a España se inicia a primeros de marzo y dura hasta mediados de julio. Las últimas que pasan el Estrecho hacia Europa son codornices nacidas en el año en África. Si queda algún macho adulto cantando en las zonas ceutíes de salida, estas codornices juveniles de las últimas hornadas (JR> 53 días) (2) se tiran donde cantan los adultos y el bando de jóvenes es monitorizado por esas otras codornices adultas en su salto hacia España. Cruzan el Estrecho ya en junio incluso julio y si pueden, se reproducen en España. Como consecuencia de la meteorología las temporadas migratorias de codornices se pueden retrasar varios días. En estos meses se acercan las oleadas de codornices subiendo desde el Sahel por el litoral africano hasta llegar a las plataformas de despegue cercanas a Ceuta y pocos días después están anidando en España. Llegan primero las oleadas de machos que eligen en España el cereal más crecido y cantan al campo esperando hasta que llegan las oleadas de hembras con las que se aparean intensamente. El campo es una orgía. La codorniz macho es polígama y cuando se ha cruzado varias veces con una hembra y empieza a poner huevos la abandona buscando a otras hembras receptivas que lo son generosamente porque son poliándricas y se ha comprobado genéticamente que muchas nidadas son de varios padres. El macho no está más de quince días en el lugar de apareamiento. Este comportamiento ‘infiel’ es un recurso natural para asegurar la continuación de la especie; los machos aseguran que dejarán su estirpe en alguna de las hembras fecundadas y éstas, que alguno de los machos con los que se cruzan va a ser fértil.

LA ARRIBADA DE LAS CODORNICES EN 2019. Este año Antonio López –hombre de campo y caza de Ceuta y amigo desde tiempos de anillamientos federativos (2002-2011)–, me comentaba

que ya había detectado en el territorio ceutí las primeras codornices que han llegado esta temporada a mediados de marzo. Paran allí muy poco tiempo, el necesario para descansar y cargar “combustible” antes de dar el salto más largo de 14 a 17 km que supone cruzar El Estrecho de Gibraltar. Para cruzar el mar las aves migratorias que planean (cigüeñas) necesitan que haya viento de Levante (E-O) que las dé de cola. y las que baten las alas (codornices) prefieren el viento que en Ceuta lo conocen como ‘Vendaval’ y es un viento que pica en el litoral africano en línea sesgada con dirección S-O, de Ceuta hacia Tarifa. Las codornices y la mayoría de las aves que no planean les gusta desplazarse con el aire al pico o costado, más que con aire de cola, aunque nos parezca extraño, porque maniobran mejor y supone ahorro energético. Prefieren salir los días con aire húmedo de lluvia que provoca menos rachas de vientos. Los grupos de codorniz lo más que permanecen en la zona ceutí son dos días y temen más al frío que al agua; si cae la temperatura, la migración se interrumpe. Le comento que las abubillas son las precursoras de las codornices y éstas de las tórtolas que saltan después. Así es; las abubillas empezaron a saltar a finales de febrero y las tórtolas aún no han llegado en la primera semana de abril, me asegura Antonio.

En marzo y abril las codornices se van asentando en territorios españoles cada vez más septentrionales y a primeros de mayo ya han ocupado toda España y comenzado a incubar en Andalucía, Extremadura y Murcia. En julio empezarán a buscar nuevos territorios las codornices juveniles nacidas en Marruecos y Andalucía. Son esos machos y hembras que llegan encelados a Castilla y León, Aragón y Cataluña buscando explotar los pocos días que quedan con hábitat adecuado y que únicamente lo consiguen en las zonas de montaña y donde la recolección del cereal se hace en agosto o setiembre. A los 2 días de aparearse la codorniz empieza a poner durante 10 días y después de incubar 17 días salen los primeros pollos. Total, 29 días después de aparearse (3). Los pollos de codorniz a los 9 días dan vuelos torpes, a los 20 días vuelan perfectamente y a los 53 días (unas ocho semanas) son ya juveniles y aptos para procrear.

En cada temporada de las últimas treinta y cinco se han capturado en España una media de 1.350.000 codornices, con oscilaciones superiores al 25 %, dependiendo del éxito reproductor de esa temporada. En los últimos seis años de los dieciocho controlados 2000 a 2017 las capturas de codornices han bajado algo más de un 15%. Seguimos siendo la primera población europea y la estima de individuos sigue siendo más abundante que la que hacen algunos expertos que considero están muy a la baja, dadas las capturas que se consiguen cada año y que no las obtenemos de codornices de regreso provenientes de otros países europeos; eso ocurría hace muchos años, ahora prácticamente el 100% de las capturas son generalmente de las codornices que produce el terreno y se capturan casi todas en los primeros diez a quince días de media veda. Esas bandadas generosas que llegaban algunos años al rastrojo, hasta ese día vacío, como el ‘maná’ de mediados de setiembre, ya son escasísimos. La población europea se estima en 6,6-13,4 millones de individuos de los cuales ente 3,3- 6,7 millones son machos cantores (BirdLife International) Estado de conservación: Categoría Europa UICN (2016): Preocupación menor (LC) y tendencia en descenso. La población en España se estima en 865.724 individuos durante el periodo 2004-2006 (Carrascal, L. M. y Palomino, D., 2008).

DESPLAZAMIENTOS Y ACTIVIDAD PROCREADORA. Las codornices están en constante movimiento, solamente paran las hembras los dos meses de puesta, incubación, crecimiento de los pollos y abandono y dispersión de los juveniles. Dicen los técnicos Rodríguez Teijeiro J.D. y Puigcerver M. (4) que las codornices en todos los territorios realizan cuatro tipos de movimientos distintos: a) migrador para venir y volver hasta el Sahell; b) trashumante siguiendo el crecimiento del cereal, donde se reproduce, y de las cosechadoras de las que huye; c) estival que hacen las madres y los jóvenes de las primeras crías anuales desde el Sur buscando hacia el Norte el cereal más fresco y d) donjuanesco que hacen los machos incitados por el celo en busca de hembras. Citan que toda la población codornicera que se reproduce en Europa utiliza la franja subsahariana de este a oeste como cuartel de invierno (Senegal, Mauritania, etc).

EL PERIODO REPRODUCTOR.- Un estudio de estos dos expertos en el que se indica que en las capturas nocturnas con red vertical practicadas durante el mes de agosto, hay un pico de capturas hacia el 10 de agosto, en las que los individuos cazados muestran una clara regresión en su

biología reproductora, pues los machos ya no tienen la espuma relacionada con la producción de hormonas sexuales y la abertura cloacal está disminuyendo. Una abertura menor de 4’5 mm indica que los individuos no están sexualmente activos y en esa primera oleada presentan una abertura media de 5’23 mm. Para que haya reproducción, además de que los individuos se encuentren en estado fisiológico de reproducción activa, es necesario que haya un hábitat adecuado para que la especie se pueda reproducir. En un campo segado no. En los individuos de esta primera oleada de agosto el impulso sexual se encuentra claramente en regresión, ya que de mayo a julio la apertura media cloacal es de 7’39 mm. Esas codornices de la primera década de agosto tienen poca grasa en la banda subalar, indicando que no son individuos migrantes. En las oleadas que tienen su pico el 17 de setiembre, mucho mayor que la primera de agosto en cuanto a número de individuos, presentan una cloaca media de 4’39 mm, sin espuma y deshinchada, no activa. (4)

LA METEOROLOGÍA. La primavera ha comenzado tras un invierno en España que los meteorólogos señalan como cálido que es el que supera la media de temperatura invernal entre el periodo (1981 y 2010) y seco porque la pluviometría acumulada no llega a la media de ese periodo de referencia. El frío y la lluvia se presentaron en toda España a primeros de abril, el frío para mal porque las migratorias paran el reloj biológico y no se aventuran a hacer la travesía hasta que amaine y se supere la mala situación. La lluvia llega en abril siempre para bien y más aún en este año con un invierno tan seco. Abril puede recuperar y acercar las precipitaciones acumuladas a la media de estos primeros cuatro meses y que han sido tan escasas de enero a marzo. Nieva en las cotas más altas y llueve en toda la península en esta primera década abrileña. Ha empezado con frío pero está cambiando. La codorniz ya ha llegado al centro de Castilla y León, retrasada unos días, y en este mes cubrirá hasta los Pirineos. En mayo pasa a Francia.

Algunos han oído en Burgos, la Montaña de León y otras zonas de maizales y montes cantar a algún macho a mediados de febrero. No hay duda que son codornices que quedan para bien en la península, que se desgañitan a cantar y que suelen ser un buen reclamo para atraer cualquier noche de abril a un bando migratorio que se tirará donde oiga el canto de un congénere. Es recomendable no cazar las pocas que se quedan aquí por diferentes causas. Este año criaron muy tarde en Castilla y León. Había pollitos de pocos días, de los que todos nos retiramos, y que han emigrado más tarde. Eso nos hace esperar que vuelvan por lo de la filopatria más que el año pasado y como el campo se va a poner muy aceptable en este mes de abril, que es la clave, me animo a pensar que viene una lustrosa primavera y que vamos a detectar muchas codornices cuando hagamos esa encuesta anual, preguntando en junio a cazadores de diferentes comunidades por las especies de media veda. Que así sea.

LA TÓRTOLA. No tengo ningún dato y todos los antecedentes son nefastos. La tórtola solamente se mantiene en un par de autonomías y en las demás habría que vedarla. El asentimiento que muestran algunos de cara a la galería por la agónica caza de la tórtola, no tiene mucho sentido, excepto para los que viven del negocio. Si la caza no es sostenible, no es duradera, ni posible. Ojalá esté en un error y este año vengan tórtolas suficientes y podamos cazarlas, con los cupos que muchos sí respetamos. En julio os comentaré lo que nos cuentan de su ausencia o presencia desde las provincias españolas. Para mí, es una de las especies más deseada, por las curas de humildad a que me ha sometido, dado lo poco virtuoso que soy ya con la escopeta. Es mi especie reto y ha sido siempre muy admirada. Me llena de alegría ver una pareja que está anidando. Pero creo que la actitud más respetable es vedar en las comunidades que han dejado de ser destino, para esta paloma antaño tan abundante.

Jose Luis Garrido

(1) Barros, D., Ríos, D. (2008) Guía de Aves del estrecho de Gibraltar. Ed. Orni Tour S.L. Cádiz. España-

(2) “Nadal, J; Ponz, C.; Benedi, B. (2012). Monitoreo de la codorniz en España de la RFEC-FEDENCA. Anillamiento y seguimiento de la codorniz en España 2002-2011”

(3) Mesón, M. Montoya J. M. (2009). MEDIA VEDA, CODORNIZ, TÓRTOLA Y PALOMAS. Editorial Solitario, S.L.

(4) Madrid.Rodríguez-Teijeiro, Pugcerver, (2004). Anillamiento en la Península Ibérica 2002-2011. (Memoria 2004). FEDENCA.

2019-05-01T20:44:12+02:00 1 mayo, 2019|Actualidad cinegética|