La sarna golpea a los lobos

//La sarna golpea a los lobos

laopiniondezamora.es/ J. A. García

Foto-  V. A. S

a Guardería Medioambiental afirma que la enfermedad “avanza” entre los cánidos de Zamora | Se desconoce si el contagio es de especies salvajes o domésticas

Los lobos de Zamora, que atraen el interés de todo el mundo, tampoco escapan a la enfermedad de la sarna aunque esta fatalidad no alcanza en la especie los niveles que registra en otras provincias, ni sufre el estrago de otras poblaciones silvestres mucho más numerosas y dadas a notables agrupaciones como el rebeco o la cabra montés. Pero es una enfermedad “que se ve bastante desde hace unos años para acá, que avanza” en expresión de V. A. S, con todas las horas de campo habidas y por haber.

Además, se asegura que es una lacra, no reciente, “que se sabe que está ahí”, que afecta a la población lupina y que los agentes medioambientales observan en ejemplares de toda edad y sexo. “Es algo que da grima y asco, que no es bonito” expresa otro agente que conoce estos episodios de cerca.

La imagen de un lobo sarnoso es tan repelente que echa para atrás. Un lobo atropellado en Requejo, marcado en su piel por los efectos costrosos y calveros de la sarna, frenaba en seco a quienes se acercaban a ver a lo que consideraban un animal fabuloso, legendario y de un instinto envidiable. “Su aspecto es lamentable. No parece un lobo” por decirlo con la expresión de V. A. S.

Al igual que los cazadores de Asturias, Galicia, Palencia, Segovia y otros lares, los cazadores de la Asociación “El Tobar”, de Santovenia del Esla, tuvieron ocasión de constatar este año la sarna en uno de los lobos. Pero el impacto de este mal es visible en animales que vivaquean por una y otra comarca.

La existencia de la sarna en el gran predador es algo que se está difundiendo “cada día más”, pero al tiempo también es algo que se “mira cada día con más atención” por parte de quienes llevan las riendas de la gestión y seguimiento de la especie afirman en la Guardería Medioambiental.

Sobre la fuente de contagio no existe, de momento, un criterio claro, y hay quienes consideran que el lobo ha sido infectado desde los animales domésticos, “de animales procedentes de granjas de cerdos, vacas o conejos”, o por contacto con otras especies silvestres e incluso por superpoblación de lobos.

Fuentes de la Guardería Medioambiental ponen de relieve que el número de lobos “puede ser un vector” a favor del contagio de la sarna, pero lo achacan más a que es una enfermedad parasitaria que está asentada desde hace tiempo. De hecho, ponen de relieve que se dan casos de manadas donde alguno de los animales ha quedado afectados por la sarna “y otros cachorros hermanos siguen sanos y limpios de todo”. Esta realidad hace sostener a celadores y agentes que el ácaro causante de la sarna, Sarcoptes scabiei, puede hallar un acomodo apropiado en animales débiles o enfermizos.

No obstante, existe una convicción de que los animales más debilitados y peor alimentados son más frágiles y vulnerables, y “esta enfermedad los acaba de matar”.

En lo tocante a Zamora la Administración mantiene una postura de inhibición en cuanto al tratamiento o intento de poner remedio al problema. “No se ha dedicado a la fauna” expresan fuentes relacionadas con el seguimiento del superpredador. “No se invierte en salvar animales y la sarna tiene cura. Hay medicamentos para los perros. Pero haría falta una gran infraestructura” expresan en el sector medioambiental. Aunque algunos ejemplares adultos parecen libres del ácaro, se han dado casos descubrir que sufren la enfermedad “porque se rascan todo el rato”. Existe la preocupación de que ahora que se acerca la reproducción se incremente el episodio de la sarna al pasar de padres a hijos. Así como con el rebeco y la cabra montés se procede a la eliminación de ejemplares cuando se dan casos de sarna, el lobo es una especie que tiene prohibida su caza y la muerte de ejemplares podría añadir más leña a la conflictividad. Empero hay quienes consideran que eliminar los ejemplares afectados sería adecuado y quienes sostienen que la propia especie supera el mal por sí misma. El delegado provincial de Caza, José Antonio Prada, es partidario de “realizar controles reales” de las superpoblaciones de especies porque éste puede ser uno de los orígenes y, además, el exceso de animales es perjudicial para el ecosistema. El naturalista y responsable de Lobishome, Carlos Soria, se inclina por la no intervención humana, por dejar a la especie en paz “porque son enfermedades que están ahí, son recurrentes y los propios animales tienen mecanismos de autoprotección”. Asímismo, hay quien considera que los cazadores tienen mucho que hacer en los casos de zoonosis.

La imagen de un lobo con sarna es como la de un lobo encerrado, ni la sombra de un animal que saludable, libre y en su hábitat, impresiona solo con la mirada.

laopiniondezamora.es

2019-04-15T10:37:27+02:00 15 abril, 2019|Actualidad cinegética|