La segunda muerte de la cazadora Melania Capitán

//La segunda muerte de la cazadora Melania Capitán
elmundo.es/ ISABEL F. LANTIGUA
Las redes de la joven se llenan de mensajes insultantes tras su fallecimiento

“Se quitó la vida por problemas personales, no por las amenazas”, aclara un amigo íntimo

“Sabíamos que estaba mal, pero no esperábamos esto, es como una película de terror”. Habla uno de los mejores amigos de Melania Capitán, la joven cazadora y bloguera de 27 años, cuyo cuerpo encontró la Guardia Civil sobre las 19.00 horas del miércoles en un paraje de Robres (Huesca), una zona de campo por la que solía pasear con los perros. La primera hipótesis de los agentes apunta a un suicidio, algo que sus allegados ya confirman. La propia víctima llamó a una amiga poco antes de dispararse para contarle que iba a hacerlo y despedirse.

“La conocía desde hace años. Era una persona extraordinaria. Es inexplicable lo que ha pasado. Iba a empezar un trabajo nuevo con el que estaba muy ilusionada, vivía con su pareja… pero le pudo la presión y tomó esta trágica decisión”, cuenta a EL MUNDO su íntimo, que aclara que Mel, como la llamaba su entorno cercano, se quitó la vida “por problemas personales, no por los insultos que recibía en las redes sociales”.

 

“Es mentira lo que se ha dicho de que se suicidó por culpa de las amenazas porque ella era una mujer muy valiente, muy fuerte, una luchadora“, insiste. Pero aunque fue otro el motivo que la llevó a dispararse con un rifle, su mejor amigo sí admite que “en todas las redes sociales la gente le ha hecho mucho daño gratuito. Y siguen haciéndolo. Se metían demasiado con ella y creo que habría que tomar medidas al respecto, esto tendría que estar penado”.

Natural de Badalona, Mel llevaba en Huesca unos tres años. Allí daba rienda suelta a su pasión: la caza. Presumía de su hobby, que le inculcó su padre, había formado parte de la Organización Nacional de Caza (ONC) y colaboraba en la revista Jara y Sedal. Defendía la caza ante cualquiera y estaba empeñada en promoverla entre las mujeres y los jóvenes. “La caza es como el amor, como el comer o el dormir, algo necesario”, escribía.

Su determinación le valió un sinfín de críticas, que no han cesado después de su muerte. Tras hacerse público su fallecimiento, los insultos perduran y sus autores interpelan directamente a la víctima, como si aún pudiera escucharles : “somos muchos los que no deseamos que vivas”, se puede leer en su Facebook, entre otros mensajes como “ojalá sea verdad y se haya volado la cabeza”. Sus conocidos, hartos, intervienen y responden a quienes la insultan.

Denuncias archivadas

La joven era una de las caras más conocidas del ambiente cinegético y “ninguna pérdida ha removido tanto los cimientos de este sector como la suya”, recogía el editorial de Jara y Sedal, en el que la recordaban como “una joven carismática, llena de vitalidad que luchó por los derechos de los cazadores rompiendo los estereotipos y los dogmas”.

El año pasado Capitán denunció el acoso que sufría en Internet. “En 2016 no pudo más. Tuvo más de 3.000 comentarios ofensivos en Facebook con el único fin de amedrentarla. Pero la denuncia se archivó”, explica a este diario Santiago Ballesteros, abogado de la ONC que llevó el caso. “No era fácil determinar la autoría de los comentarios”, indica y añade que “las víctimas se cansan de denunciar una y otra vez”.

Pero en mayo de este año, la bloguera volvió a denunciar en una entrevista con el Heraldo de Aragón el acoso, que saltó de las redes sociales -donde leía cosas como “te vamos a callar con una bala en la frente”- al plano físico. “A pesar de que llevo recibiendo ataques desde 2015, ahora la situación se ha hecho insostenible. Tres personas de una plataforma animalista se presentaron en mi trabajo para hablar con mis jefes y presionarles”, contaba. Y el acoso sigue tras su muerte, aunque para contrarrestarlo sus amigos han hecho una página homenaje en la que la defienden.

Ante esta situación, miembros de la Oficina Nacional de Caza trasladaron, en una reunión que mantuvieron con la Fiscalía General del Estado, “el acoso constante que se sufre por motivo de una afición”. “Escupirle en la cara a alguien desde un ordenador sale gratis. La situación de impunidad es total. Por eso pedimos una modificación del Código Penal para que incluya estos ataques como delitos de odio”.

Hace una semana Mel fue aparentemente feliz a la boda de su mejor amiga. “Y ahora ya no está. Pero queremos recordarla en Robres y hacerle una misa”, dice, con la voz entrecortada, su íntimo.

“El suicidio es una realidad social”

En la última semana se han conocido tres suicidios de personas conocidas que han conmocionado a la opinión pública. El de Miguel Blesa, el de Chester Bennington, cantante de Linkin Park, y el de Mel Capitán. “El suicidio es algo común y hay que abordar el tema porque es una realidad social y una problemática importante”, explica a este medio el psicólogo Jorge López, que aboga por romper el tabú que rodea al tema.

“La primera manera de avanzar en el conocimiento del suicidio es dejar de considerarlo como un tabú o una conducta moralmente inaceptable, prohibida y castigada, y considerarlo como cualquier otro problema de salud que no debe ser escondido”, indica este experto de LópezVallejopsicología.

“El suicidio es la solución para dejar de sufrir. Es una huida definitiva, sin vuelta atrás”, dice López, que indica que los suicidios pueden ser “deliberados o espontáneos”, pero en cualquiera de los dos la idea que hay detrás es la misma: “dejar de sentir dolor y dejar de ser una carga para otros, pues así lo consideran quienes se suicidan”.

El psicólogo señala que hay dos factores que influyen en las ideas suicidas: “uno es personal, tener problemas, sentir miedo y sufrimiento constante. Y otro es externo, opiniones ajenas que pueden desestabilizar el equilibrio interno”.

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2017-07-24T11:13:52+02:00 22 julio, 2017|Actualidad cinegética|