El nuevo cazador busca su naturaleza más antigua

//El nuevo cazador busca su naturaleza más antigua

laverdad.es/ GINÉS S. FORTE

Foto-  GUILLERMO CARRIÓN / AGM

La actividad cinegética se adapta a la realidad actual, probando formas de aprovechar mejor la carne de los animales abatidos, a la vez que reivindica su papel esencial en el control de las especies que dañan la agricultura y sus beneficios para la fauna silvestre

La caza en la Región de Murcia ya no es la actividad de subsistencia que hace 10.000 años quedó plasmada en el centenar de abrigos rocosos rupestres que han llegado a nuestros días. Tampoco sigue ya las abusivas pautas de hace 100 años, e incluso está reformulando la concepción lúdica y deportiva que la identificaba hace solo 10. Desde ese momento, 2011, el número de licencias se ha desplomado en la Región un 26,5% (de casi 25.000 hace una década a 18.000 en la actualidad). «La actividad cinegética en España y en la Región de Murcia ha entrado en un nuevo paradigma con intensos cambios sociológicos, económicos y legales», explican desde el Servicio de Caza de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.

El 72,23% de los cazadores murcianos tienen más de 50 años (casi la mitad supera los 65), mientras que apenas el 5,3% tiene menos de 30. «Además del bajo relevo generacional en la actividad, los cambios de comportamiento y de ética de la sociedad actual cuestionan cada vez más que se puedan cazar animales que no provocan daños», apuntan desde la Subdirección General de Política Forestal, Caza y Pesca Fluvial.

En este contexto, añaden, «se están buscando soluciones con la Federación de Caza de la Región de Murcia y [la organización agraria] COAG para que se creen salas de tratamiento de carne y se pongan congeladores», de modo que, a través del Banco de Alimentos, se haga un «adecuado aprovechamiento de los animales que se tengan que cazar, pues es necesario abatir gran número de jabalíes y conejos», por ejemplo, para evitar daños en la agricultura o incluso accidentes en carretera.

La caza está viviendo «intensos cambios sociológicos, económicos y legales», señalan desde la Consejería

El «nuevo paradigma» parece rememorar su ancestral papel como instrumento de obtención de alimentos y eliminación de competidores, mientras se reduce la vertiente cinegética más lúdica y deportiva actual. «Queremos darle un cambio a la actividad de cara a la sociedad», apunta el nuevo presidente de la Federación de Caza de la Región de Murcia, Francisco Bastida, en el cargo desde el verano.

LV / JAVIER CARRIÓN / AGM

Bastida se lamenta de la mala fama que arrastran entre las nuevas generaciones, pese a su labor en la mejora del medio ambiente. «No hemos hecho pedagogía y estamos mal vistos», y cita el comentario que han sufrido de otros niños algunos de sus hijos, tildando a sus padres de «asesinos de animales».

«Percibimos que desde hace ya mucho tiempo cada año tenemos que dar un paso atrás: se van acotando especies, se van restringiendo zonas…». También achaca la pérdida de licencias (casi 2.000 en el último año) a «la situación económica». En este marco, apunta, «los que quedamos estamos impulsando que la actividad cinegética esté bien vista en la sociedad».

El «nuevo paradigma» rememora el ancestral papel de procurar alimentos y eliminar competidores, y reduce su vertiente deportiva

La federación está organizando, por ejemplo, actividades de «pedagogía para que los niños no vean al cazador como algo malo para el medio ambiente», como excursiones en las que se les enseña a instalar un bebedero de animales, hacer una repoblación o distinguir una especie cinegética de otra que no se considera como tal. Bastida detalla que están a la espera de autorización de un proyecto «muy bonito» en un monte público «para enseñar a los niños los beneficios para la fauna de la actividad cinegética».

«Llevamos años invirtiendo en la mejora del medio ambiente sin ayuda de la Administración», se lamenta. Por el contrario, denuncia, «esta es la actividad más regulada de todo el mundo, y aquí en España es donde más». Así, reclama también la colaboración de grupos ecologistas y animalistas, «que saben que esto es importante para el medio ambiente», asegura. «Quizá no hemos sabido contar lo que hemos hecho de aquí para atrás», por lo que, añade, «ahora estamos tratando de que todo esto salga en los medios de comunicación y las redes sociales, que es lo que ‘vende’ hoy día».

El secretario general de COAG, Francisco Gil, que también se declara practicante de la caza, reclama incluso la figura del cazador profesional para combatir las plagas de conejos que afectan a determinadas áreas agrícolas, por ejemplo. Gil cree que «no se puede dejar al libre albedrío» de los aficionados el control de especies como esta cuando se desmadran. Al mismo tiempo se pregunta «qué sentido tiene matar por matar», en alusión a algunas prácticas, como la de disparar contra especies que no provocan daños ni procuran recursos.

Los cazadores piden la colaboración de ecologistas y animalistas, que saben que es una actividad «importante para el medio ambiente»

El «nuevo paradigma de la caza en la Región de Murcia» también se refleja en su regulación normativa, competencia exclusiva de la Comunidad. La Ley 7/2003 de 12 de noviembre sobre Caza y Pesca Fluvial ya apuntaba «que las poblaciones de especies silvestres constituyen un patrimonio natural común, susceptible de agotamiento si se explota de forma inadecuada o resulta perjudicado».

En todo caso, pese a los tres decretos aprobados en los últimos tres años para el desarrollo reglamentario de la ley de caza en la Región, desde el Servicio que vela por ella en la Consejería «se considera necesario elaborar una nueva ley para adecuar la actividad a la situación actual». En este momento, el 63,7% del suelo regional está abierto a la caza en algún momento del año a través de exactamente 1.128 cotos.

Gestión sostenible

La gestión de ese enorme espacio también está cambiando. En la Consejería apuntan que se ha elaborado un estándar técnico de certificación, denominado Geciso (gestión cinegética sostenible), para certificar sistemas de «aprovechamientos cinegéticos sostenibles». A partir de esta fórmula, «en los próximos años habrá que beneficiar a los cotos que obtengan dicha certificación».

Entre tanto, «la caza en la Región de Murcia genera considerables beneficios en muchas áreas rurales», añaden en la Consejería, donde calculan en 38 millones de euros el negocio anual del sector en la Región. Son 1.900 euros por licencia al año, una cifra muy alejada de los casi 9.700 euros de media estimados por cazador en la Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España que en 2016 elaboró la Fundación Artemisán, dedicada al aprovechamiento sostenible de especies cinegéticas, junto a la consultora Deloitte. El impacto de la caza en el PIB español se estima en casi 6.500 millones de euros, lo que representa el 13% de todo el sector agrícola, ganadero y pesquero, y contribuye a mantener casi 187.000 puestos de trabajo, además de generar más de 600 millones en impuestos.

Más allá del valor económico, lo que está por calibrar es su impacto real para el medio ambiente. La orden de la Consejería del pasado junio para esta temporada 2020/2021 es «la única orden de vedas de toda España que se ha sometido a evaluación de repercusiones para garantizar la sostenibilidad de la actividad cinegética», según la fuente oficial. Por otra parte, se ha establecido una moratoria para las dos próximas temporadas ante la situación de la perdiz roja, una de las más perjudicadas «por una evolución desfavorable de algunas especies de caza menor».

Por otra parte, «las especies de caza mayor más destacadas (ciervo, arruí, cabra montés, gamo, muflón y jabalí) cada vez son más abundantes», especialmente el jabalí, «que junto al conejo (hay 14 municipios incluidos en la comarca de emergencia cinegética temporal), son las especies que están produciendo graves daños en la agricultura».

Nueva ley

«Hay que articular con una nueva ley todos los cambios sociales que se van a producir, para adaptar la actividad a la nueva realidad», insisten desde la Administración. Con ese objetivo, concluyen, «van a ser fundamentales las directrices cinegéticas que se quieren presentar en abril, y que marcarán la estrategia cinegética de la Región para los próximos diez años». El tiempo dirá si se logra el mejor encaje para una actividad tan antigua en el tiempo como a veces contestada en la actualidad, quizá por una combinación de desconocimiento y malas prácticas que ahora se están tratando de corregir.

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2021-02-24T10:36:27+01:00 24 febrero, 2021|Actualidad cinegética|