diariodeburgos.es/ I.M.L. / Aranda
Foto: DB
Los depredadores entraron en el cercado donde pasaban la noche y dejaron animales medio devorados y otros heridos de muerte. El propietario del rebaño valora dejar la explotación después de este golpe
Los ataques de lobos que tanto daño han hecho a la ganadería al norte del Duero ya son una realidad en la comarca ribereña. Un pastor de Hortezuelos que tenía su rebaño de ovejas churras en Santa María del Mercadillo se encontró ayer al ir a sacarlas a pastar con el espectáculo dantesco que dejan los lobos en sus cacerías nocturnas. «Cuando iba a las 8:30 horas después de haberlas dejado la noche anterior en un cercado que tenemos en un robledal ha empezado a ver las muertas y heridas», relataba Javier Carazo, el sobrino del pastor, Teófilo Carazo, y propietario de las ovejas.
Las imágenes del resultado del ataque hablan por sí solas y llenan de desolación a los dueños del rebaño, compuesto por unas 500 cabezas, que ya han contabilizado hasta 23 ovejas afectadas, entre las muertas y las que resultaron heridas. Javier Carazo está seguro de que ha tenido que ser un ataque de lobos en manada a la vista de los destrozos causados. «A una oveja la han sacado del cercado y se han comido la mitad, eso no lo hace un lobo solo, tiene que haber sido una manada», explicaba mientras los agentes forestales de la Junta de Castilla y León realizaban la inspección para levantar acta de los resultados del ataque.
Varios de los animales muertos, dentro del cercado. – Foto: DB