leonoticias.com/ E. S. Domínguez
Foto- ICAL.
Asociaciones agrarias y cazadores piden que el animal salga del Lespre, mientras que los ecologistas piden que la Junta de datos «veraces» sobre el censo
El campo leonés se alinea con la petición de la Junta para rebajar la protección del lobo. Ganaderos y cazadores ven con buenos ojos que el animal salga del Lespre (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) y su población se regule como la de otras especies como pueden ser el jabalí o el ciervo. No lo ven así las asociaciones como Ecologistas en Acción, que ya han mostrado su oposición la solicitud de Medioambiente, reclamándole que envíe datos «veraces» a la Unión Europea sobre las poblaciones del lobo.
Las asociaciones ganaderas han sido las primeras en apoyar la moción, denunciando que los ataques no han hecho más que incrementarse desde que el animal fuera incluido en el Lespre. Coag denunciaba el pasado mes de septiembre que las acciones del lobo contra el ganado se han incrementado un 19% en tan solo un año, llegando hasta lo 12.898 casos. José Antonio Turrado, secretario general de Asaja Castilla y León, se muestra muy contundente y asevera que la alternativa al control del cánido es que «desaparezca» el ganado.
En esta misma línea, Turrado indica que es una medida impostergable eternamente en el tiempo y que «si no se hacer ahora, se tendrá que hacer en algún momento», ya que de otra manera la convivencia entre el animal y las explotaciones ganaderas será «imposible». El responsable de Asaja precisa que los ganaderos de León se encuentran «desesperados» ante la inacción de las administraciones: «No pedimos dinero, sino que no haya daños que compensar».
De acuerdo con el último censo oficial publicado por el Ministerio de Agricultura y correspondiente a los estudios realizados entre 2012 y 2014, León es el territorio que acoge más manadas de lobos en toda España con un total de 54, casi el 30% del total. En 2019, los datos oficiales calculaban que 433 ejemplares vivían en la provincia. Agricultores y cazadores de la provincia consideran que la cifra debe ser muy superior actualmente, pero no hay datos oficiales que avalen dichas suposiciones.
En lo tocante a los ataques al ganado en León, el lobo abatió 416 reses en 2022, un 20% más que en 2021, cuando las muertes de animales de explotaciones ganaderas ascendieron a 347, de acuerdo con datos de la Junta de Castilla y León. Por otro lado, en la comunidad los ataques han aumentado un 30% desde la inclusión del lobo en el Lespre, según datos de la administración autonómica.
Una situación que para las asociaciones agrarias solo continuará «empeorando» si no se empieza a controlar la población de lobos. O lo que es lo mismo, si no se permite y regula su caza. José Antonio Turrado (Asaja) argumenta que la actual protección del lobo no es compatible con la ganadería extensiva actual, especialmente la de vacuno y caballos: «Ahora el ganado se deja en el campo y el ganadero acude de vez en cuando, no diariamente». Esta nueva forma de crianza deja sin protección a los animales, que están muy expuestos a los ataques del cánido.
De hecho, a juicio de Turrado, las explotaciones ovinas son las menos perjudicadas porque van acompañadas por un pastor que, junto a los mastines, «protege el ganado» y está «alerta» ante algún posible ataque.
Los cazadores de León proponen una caza comarcal
Los cazadores van un punto más allá y señalan la inclusión en 2021 del lobo en el listado de especies protegidas como el culpable de todos los males: «La administración tiene la ley del péndulo, o todo o nada. El lobo debe ser controlado como cualquier otra especie», sostiene Miguel Fierro, delegado provincial de caza en León. Para Fierro, lo ideal sería un control «comarcal» en el que se permita una caza «regulada» y donde se informe «de inmediate» de los ejemplares abatidos.
Por su parte, Ecologistas en Acción presenta una visión diametralmente opuesta a la de las asociaciones ganaderas y cinegéticas de la provincia. Los ecologistas no apoyan, de ninguna manera, que el lobo pueda ser cazados y solicitan a la Junta de Castilla y León que entregue datos «veraces» en los informes que va a enviar a la Unión Europea.
Los ecologistas creen que el censo será menor
La agrupación ecologista considera que la Junta está buscando «una modificación rápida de la normativa» antes de publicar el censo de lobos de 2023, ya que consideran que dicha cuenta «no arrojará datos favorables». «Otra opción podría ser el maquillaje o el cocinado de los datos de censo para que no salgan tan desfavorables o, incluso, favorables, algo que no se debe descartar en los tiempos que corren y a la vista de quienes ocupan los cargos de responsabilidad en la Consejería», abundaban en unas declaraciones recogidas por Europa Press.
Los ganaderos de León ponen el contrapunto a este posicionamiento denunciando que cada vez «es más habitual encontrar el lobo en cualquier zona de la provincia». El secretario general de Asaja indica que en recientemente se han visto cánidos en las afueras de Villamoratiel de las Matas, una zona cercana a Tierra de Campos y en la que no hay apenas monte en la que el animal pueda resguardarse.
Asimismo, Carolina Martín, responsable del programa del lobo dentro del colectivo Ecologistas en Acción, indica que «no existe ninguna evidencia científica que sustente esa rebaja en el estatus de protección». En respuesta a los ganaderos, la responsable del lobo en Castilla y León precisa que la caza ha estado permitida hasta «hace apenas dos años» y ya entonces los propietarios de reses «se quejaban de que no era suficiente».
Una vez más, Martín recurre a la «realidad empírica» para defender que matar lobos «no soluciona ningún problema». «Hay que invertir en cocimiento, formación y medidas preventivas», propone la experta como respuesta a los ataques sufridos por las explotaciones ganaderas.