“La caza no es solo apretar el gatillo, detrás hay mucho más”

//“La caza no es solo apretar el gatillo, detrás hay mucho más”

diariodeavila.es/ M.E

PROTAGONISTAS – MONTSE DEL DEDO

Montse Del Dedo fue a una montería hace casi diez años y quedó impactada, para bien. Se enamoró de este mundo y se propuso hacerlo suyo. Hoy la caza forma parte de su vida personal y profesional y la defiende dentro y fuera de sus redes sociales

MUJER, joven, madre, trabajadora y cazadora, de animales pero también de sueños y yo añadiría que de retos. Montse del Dedo Herrero, abulense de 31 años, es una apasionada de la caza. A este mundo le dedica buena parte de su tiempo libre y también su faceta profesional, como trabajadora de la sección de caza en Decathlon Ávila y miembro del equipo de Solognac, la marca de caza de la tienda. De hecho, su afición y su pasión por la caza, donde también ha encontrado una gran familia, le han acabado llevando a su profesión, en la que también forma al futuro personal de Solognac y que también incluye la realización de documentales sobre este deporte.

A nuestra protagonista siempre le han gustado mucho el campo y la naturaleza, pero no viene de una familia de cazadores y esta práctica no formó parte ni de su infancia ni de su adolescencia. Siempre ha amado a los animales y, de hecho, de pequeña quería ser veterinaria, pero la vida le acabó llevando por otros derroteros y finalmente vino a Ávila con 18 años, desde su Arévalo natal, para empezar a hacer su vida. Su pareja y su suegro eran cazadores y empezó a acompañarles. En su primera montería, celebrada en Montefrío (una parte del monte de Padiernos), se enamoró de la actividad y de todo lo que conlleva. «Fue una montería muy bonita, hace 8 o 9 años, y se dio muy bien. Había muy buen ambiente y me quedé un poco impactada, y entonces decidí que también quería participar. Me saqué la licencia de armas, el permiso y demás y ahora la caza es mi vida», explica.

¿Y qué te gusto para engancharte tanto?, le preguntamos. «Me gustó todo, el compañerismo que hay dentro del sector cinegético, que es una reunión de amigos que van a practicar una afición y a pasárselo bien, y todo lo que implica eso… Y luego estar en el campo, disfrutar de la actividad… Me enamoró, sí», responde tan decidida como parece lo ha sido respecto a su afición.

Poco a poco se fue introduciendo en este mundo y, estando ya ligada al campo y la caza, surgió la oportunidad del puesto en la tienda y «me dije esto es para mi», aunque «nunca había pensado en dedicarme a esto» y entonces trabajaba en otra cosa. «En la caza siempre aprendes algo nuevo pero ya tenía una base formada y solo era conocer el producto. Qué mejor para vender ropa y elementos de caza que una persona lo vive desde dentro», apunta Montse, quien a raíz de eso trabaja con la marca «probando productos antes de que salgan a la venta para poder seguir mejorando» y formando al nuevo personal, con lo que «todo fue creciendo un poco a la par».

Su amor por los animales y por el campo permanece intacto y, al contrario de lo que pueda parecer desde fuera, no está reñido con su gran pasión. «Para nada. A la gente que conoce este mundo no le extraña mi amor por los animales. Tengo un perro de caza menor y le quiero como si fuera de mi familia, es mi equipo de caza, viene conmigo y tiene una vida feliz y todo lo que necesita. Hay gente que piensa que los perros de caza son maltratados, pero qué más quisiera mucha gente que llevar la vida de mi perro», dice medio en broma, para añadir, ya seria: «mira que conozco cazadores y no hay ninguno que trate mal a su perro, al contrario».

Y es que la joven no ahorra explicaciones a la hora de defender la caza, probablemente porque sabe que, en plena corriente animalista, es una práctica que no está bien vista por ciertos sectores de la sociedad. «La caza está reñida con el mundo, no es que no esté de moda, pero no está bien vista. Pero la caza es muy necesaria en muchos aspectos, y quien no lo quiera ver…». Montse Del Dedo detalla que no solo es una afición, que también, sino que «ayuda al control poblacional de muchas especies, a la regulación de enfermedades y a reducir los accidentes de tráfico», además de que beneficia al medio ambiente y contribuye a la «sostenibilidad». «Los cazadores consumimos la carne de caza, que es la mejor carne que hay, y somos los que más cuidamos el campo; cuando la nevada de Filomena fuimos a llevar comida a los animales», sentencia a modo de ejemplo, no sin dejar de reconocer que a veces tiene que explicarle todo esto a personas de su entorno que no están a favor de la caza y que la mayoría lo acaba entendiendo. «No digo que vayan a venir un día conmigo de caza, pero han comprendido por qué es necesaria», afirma nuestra protagonista, que recuerda el caso de una amiga que, sin embargo, no se dio cuenta de su importancia «hasta que no sufrió un accidente con un jabalí».

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2023-05-22T11:31:29+02:00 22 mayo, 2023|Actualidad cinegética|